IA, burbujas y destrucción creativa

Publicado
19 de noviembre de 2025

La inteligencia artificial (IA) está en boca de todos. Los ahorradores europeos se muestran reticentes a invertir en bolsa por temor a que la «burbuja» de la IA estalle en cualquier momento. El contraste con el inversor particular estadounidense es sorprendente: su implicación en la subida bursátil de este tema es total. ¿Quién lleva razón? Los primeros podrían perderse oportunidades durante mucho tiempo, mientras que muchos de los segundos podrían verse afectados por su salida tardía. Como siempre. Sin embargo, incluso para los inversores, el debate sobre la IA no puede limitarse a su aplicación al mercado bursátil, ya que su impacto social es potencialmente extraordinario.

Las burbujas relacionadas con la llegada de una nueva tecnología han marcado la historia económica y bursátil desde los comienzos de la era moderna

Casi todos recordamos la más reciente: la burbuja del sector TMT (tecnología, medios de comunicación y telecomunicaciones) o burbuja de Internet. Los aficionados a la historia también recuerdan la de los ferrocarriles en Inglaterra a mediados del siglo XIX.

En estos dos casos de burbujas tecnológicas, surgieron anomalías: en el primero, valoraciones bursátiles casi infinitas, incluso en relación con el volumen de negocio prevista, y en el segundo, hasta cuatro proyectos de líneas ferroviarias diferentes que se pusieron en marcha a la vez para conectar las dos mismas ciudades.

Las burbujas forman parte de un proceso determinista.

En ambos casos, las burbujas cumplieron su misión: difundir rápidamente la nueva tecnología en la economía, evitando que los actores potenciales se preguntaran: «¿participamos o no?». El único «error» que no podía cometer una empresa de la difusión tecnológica era, en efecto, no «participar». En efecto, ninguno de los grandes operadores de telecomunicaciones pudo o supo renunciar a finales de la década de 1990 a adquirir una licencia 3G a pesar de su exorbitante precio; y ¿qué hiperscalador1 renuncia hoy en día a invertir en centros de datos2 peso su precio no menos desorbitado? Cada operador ha optado por su posible muerte ligada a una situación financiera delicada, en lugar de su muerte segura provocada por su obsolescencia inmediata: las burbujas forman parte de un proceso determinista.

En lo que nos concierne como gestores de fondos, nos corresponde posicionar nuestras inversiones en el lado correcto de la destrucción creativa.

En ambos casos, las nuevas tecnologías han destruido puestos de trabajo y enterrado procesos antiguos para dar paso a nuevas prácticas y profesiones. Dicho de otro modo, la destrucción creativa teorizada por Schumpeter, hecha posible por el empresario y el financiero, ha funcionado con resultados positivos a largo plazo para el empleo y la eficiencia económica. En lo que nos concierne como gestores de fondos, nos corresponde posicionar nuestras inversiones en el lado correcto de la destrucción creativa: evitar lo que se verá afectado por la generalización de la IA y centrarnos en lo que se posiciona para beneficiarse de ella.

El entusiasmo por el tema de la IA todavía no se parece del todo a las burbujas del pasado

En el ámbito bursátil, la mayoría de las grandes empresas del sector de la IA presentan múltiplos de resultados comprensibles, basados, es verdad, en enormes beneficios que hasta ahora han consumido poco capex3. Esto es posible gracias a una dilatada y exitosa trayectoria social en los diversos ámbitos explorados por Microsoft, Amazon, Google, Meta, etc. Sus múltiplos de valoración oscilan entre 26 y 33 veces los beneficios estimados en 12 meses, aún muy lejos de las locuras de Internet. Pero, de aquí a finales de 2030, estas compañías habrán gastado la mayor parte de los entre 5 y 7 billones de dólares necesarios para la implantación de la IA, según J.P. Morgan, financiados en parte por deuda que hasta ahora solo les servía para recomprar sus acciones. ¿Cuánto tiempo llevará rentabilizar estas inversiones? ¿Y cómo valorar el paso de un modelo de negocio ligero en capex3 a un modelo intensivo en capex3?

Nvidia, el proveedor de palas y tamices para los grandes buscadores de oro de la fiebre de la IA, presenta una valoración 32,5 veces sus beneficios estimados para el próximo año.

Nvidia, símbolo del triunfo de la IA y primera compañía del mundo en superar los 5 billones de dólares de capitalización bursátil, es el afortunado proveedor de estos hiperscaladores cuyos bolsillos siguen llenos. Nvidia, el proveedor de palas y tamices para los grandes buscadores de oro de la fiebre de la IA, presenta una valoración 32,5 veces sus beneficios estimados para el próximo año, un múltiplo que sigue estando justificado por el impresionante crecimiento de sus ganancias.

Una característica importante de este ecosistema de IA, que puede generar incertidumbre, es que se construye en torno a una empresa que, a día de hoy, sigue sin tener ánimo de lucro, no cotiza en bolsa y, por tanto, con un alto potencial de creatividad contable: Open AI, que ya se ha comprometido en operaciones más o menos circulares con otros grandes actores de la IA por un importe total de 1,4 billones de dólares. El tiempo hará su trabajo.

Esta revolución de la IA va acompañada de una guerra tecnológica entre China y Estados Unidos: una IA “DeepSeek” contra una IA “Nvidia Inside”.

Otra particularidad, con consecuencias más positivas, es que esta revolución de la IA va acompañada de una guerra tecnológica entre China y Estados Unidos: una IA “DeepSeek” contra una IA “Nvidia Inside”. ¿Puede haber una IA perdedora en esta lucha de titanes sin que las dos superpotencias hayan prestado previamente todo el apoyo posible a «su» IA? Este factor podría posponer cualquier posible desencanto. Cuando llegue el momento decisivo, ¿se medirá la victoria o la derrota de una u otra en función de la cotización bursátil de las empresas que hayan hecho posible la difusión de la tecnología o de los efectos económicos y sociales de las dos IA?

La verdadera particularidad de la tecnología de la IA es, sin duda, su impacto potencial tan rápido y profundo en la sociedad a través del empleo

Su capacidad para destruir empleos de oficina es tal que a los grandes admiradores del concepto de destrucción creativa de Schumpeter les cuesta a veces imaginar que el número de empleos creados gracias a la IA superará algún día al de los que ha destruido, de los que los jóvenes son las primeras víctimas. Según la consultora Oxford Economics, el 85% del aumento del desempleo en Estados Unidos desde el mínimo registrado en 2023 se debe al aumento del paro entre los jóvenes4. Además, las estadísticas estadounidenses muestran que la tasa de desempleo de los jóvenes de entre 20 y 24 años ha pasado del 6% a casi el 9,5% en los últimos tres años, mientras que apenas ha variado para el resto de la población. Octubre marcó un récord de destrucción de empleo, debido principalmente a la IA. Efectivamente, ¿qué valor tiene un joven recién formado, pero sin la más mínima experiencia empresarial, frente a lo que puede ofrecer en muchos ámbitos una IA bien entrenada? ¿Y qué valor tendrá mañana una persona aún más joven que crea que no necesita aprender nada más que saber hacer una pregunta a la IA?

Sin esta solidaridad hacia los recién llegados, las limitaciones sociales relacionadas con la rápida introducción de la IA en nuestras vidas podrían alcanzarse incluso antes que los de las valoraciones bursátiles.

Gracias a su capacidad de adaptación, es posible que los jóvenes encuentren su sitio en una economía basada en la IA y que, a la larga, la destrucción vuelva a ser creativa. Pero esta esperanza no debe impedir que se facilite la entrada de los jóvenes graduados en el mundo laboral, que hoy parece cerrarles las puertas, ya que no habrá progreso en nuestro mundo, que envejece tan rápidamente, sin la participación activa de las generaciones jóvenes en la producción de riqueza. Sin esta solidaridad hacia los recién llegados, las limitaciones sociales relacionadas con la rápida introducción de la IA en nuestras vidas podrían alcanzarse incluso antes que los de las valoraciones bursátiles.

1Amazon, Google, Meta, Microsoft.
2Centros de datos.
3Siglas en inglés de capital expenditure, inversión en activo fijo.
4Oxford Economics, Research Briefing US, Educated but unemployed, a rising reality for college grads, 27 de mayo de 2025.

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