La Lettre d'Edouard Carmignac

[Management Team] [Author] Carmignac Edouard

La carta de Edouard Carmignac Edouard Carmignac comenta la actualidad económica, política y social.

París,


Sr. Mario Draghi

Presidente

Banco Central Europeo

Sonnenmannstraße 20

60314 Fráncfort

 

       Estimado señor:

     En dos ocasiones me he permitido felicitarle por la ejemplaridad de su trayectoria durante sus dos mandatos. Ahora que se acerca el momento de su salida, quiero expresarle de nuevo el profundo reconocimiento que merece. La firmeza de su declaración con ese célebre «whatever it takes», esto es, hacer lo que sea necesario, en el punto álgido de la crisis en julio de 2012 convirtió al BCE en la institución clave de la construcción europea al evitar la implosión de la zona euro y al volver a brindar acceso a los mercados a los países más debilitados.

   A los hechos me remito. Hoy en día, Italia y España se financian emitiendo deuda a unos tipos a 10 años del 0,83 % y el 0,13 %, frente al 7 % y 5 % de enero de 2012. Y mejor aún, puesto que su apoyo a estos países estaba supeditado a la adopción de pactos fiscales de buena conducta, estos resultados se llevaron a cabo con una intervención moderada del BCE y la renovada confianza de los inversores permitió a los mercados hacer su papel.

   ¿Qué nos depara el futuro? Ocho años de política monetaria acomodaticia han mermado el margen de maniobra del BCE hasta un nivel simbólico y, en un momento en que el 70 % de la deuda pública europea se negocia a tipos negativos, el poder de tracción de la política monetaria sobre la economía real está en entredicho. Como usted mismo expresaba en la última reunión del BCE, la próxima etapa de la construcción europea ya no puede ser monetaria, sino fiscal.

   También me gusta imaginar la creación de un ministerio de Hacienda para Europa, que se sirva de nuestra enorme capacidad de movilización de capital a tipos favorables para financiar no ya enésimos planes de reactivación sin efectos sostenibles, sino la respuesta a la cruel falta de inversión de nuestra vieja Europa en las actividades que impulsarán el futuro. Nuestras redes de telecomunicaciones están obsoletas (¡incluso en Alemania!) y es importante asegurar cuanto antes la cobertura 5G en el continente. Nuestro retraso en materia de inteligencia artificial y biotecnología en relación con Estados Unidos y China va en aumento y ha de mitigarse, al menos en parte. Por último, la transformación de nuestras economías hacia un crecimiento respetuoso con el medio ambiente debe ser una prioridad y una fuente primordial de crecimiento.

   Y también me gustaría verle a usted como el primer ministro de Hacienda de Europa. Su autoridad intelectual y su capacidad de negociación han quedado de sobra demostradas y serán indispensables para llevar a buen puerto este ambicioso proyecto refundador, que precisará conciliar las diferencias —a menudo anticuadas— de nuestros Estados nación.

   Con esta esperanza que espero no sea desmesurada, reciba un cordial saludo.

Édouard Carmignac