Los bancos centrales deberían seguir activos y continuar muy atentos a la evolución de los precios, sobre todo en Europa, ya que sus responsables están tratando de restablecer su credibilidad y también porque la inflación experimentó un fuerte repunte a escala mundial el año pasado.
En este contexto, se espera que los tipos de interés se mantengan en niveles elevados, lo que debería seguir presionando al alza las rentabilidades de los bonos, especialmente porque:
las previsiones de una recesión económica mundial se han retrasado, ya que la economía china se está abriendo de manera más rápida y generalizada de lo esperado y los datos macroeconómicos más recientes en Europa y Estados Unidos permiten ser menos pesimistas.
Se espera un volumen sin precedentes de nuevas emisiones de deuda en la eurozona en 2023 debido a la retirada del mercado de dos grandes compradores: el Banco Central Europeo (BCE), que ha decidido reducir sus intervenciones en los mercados financieros, y los inversores japoneses, que encuentran interesantes oportunidades en su propio mercado.
El retorno de una inflación elevada está configurando el ciclo económico actual —o ciclo de expansión, recesión y recuperación económica— y ha obligado a los bancos centrales a actuar de forma diferente a la de los últimos años, cuando mantenían los tipos de interés artificialmente bajos. Este cambio ha generado una gran volatilidad en los mercados de renta fija y la rentabilidad de los bonos ha subido a niveles que no se veían desde hace casi una década, brindando oportunidades a los gestores activos de fondos.
Carmignac Sécurité está posicionado para hacer frente a un entorno de este tipo, ya que la sensibilidad de la cartera a las variaciones de los tipos de interés (la duración modificada) sigue siendo entre moderada y baja. Esta postura prudente se combina con firmes convicciones en el mercado de deuda corporativa, que debería ser un motor clave de rentabilidad en el futuro.
Tras diez años de ausencia, la inflación ha regresado con fuerza. La escalada de los precios obligó a los bancos centrales a actuar con decisión, provocando una rápida subida de los tipos de interés y el mayor descenso de rentabilidad de los bonos de la historia. Tras verse afectado a principios de año por la guerra en Ucrania —por su exposición de casi el 4% a valores rusos en ese momento—, el Fondo repuntó en la segunda mitad del año, superando significativamente a su índice de referencia1.
*Escala de riesgo del KID (Documento de datos fundamentales). El riesgo 1 no implica una inversión sin riesgo. Este indicador podría evolucionar con el tiempo. **El Reglamento SFDR (Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros, por sus siglas en inglés) 2019/2088 es un reglamento europeo que requiere a los gestores de activos clasificar sus fondos, en particular entre los que responden al «artículo 8», que promueven las características medioambientales y sociales, al «artículo 9», que realizan inversiones sostenibles con objetivos medibles, o al «artículo 6», que no tienen necesariamente un objetivo de sostenibilidad. Para más información, visite: https://eur-lex.europa.eu/eli/reg/2019/2088/oj?locale=es.