Históricamente, el private equity sólo ha estado al alcance de los grandes inversores institucionales a través de estructuras de fondos cerrados adaptadas a su experiencia y configuración. Sin embargo, el creciente interés en esta clase de activos por parte de inversores no institucionales con recursos y preferencias diferentes ha propiciado la aparición de estructuras abiertas, cada vez más populares en los últimos años.
Estos fondos, conocidos como fondos evergreen, han revolucionado el panorama de los mercados privados, permitiendo por fin el acceso largamente esperado a una gama más amplia de inversores deseosos de realizar inversiones a largo plazo en empresas privadas, manteniendo al mismo tiempo la flexibilidad y el control.
Los fondos evergreen ofrecen una ventaja específica debido a la ausencia de un "plazo fijo" o una "fecha final", así como unos requisitos de entrada menos restrictivos. Con unos compromisos iniciales mínimos más bajos y la posibilidad de suscribir el fondo de forma periódica, estos fondos se vuelven accesibles a un grupo más amplio de inversores que quizá no hayan podido acceder a los fondos de private equity tradicionales con periodos de suscripción más rígidos y fijos.
La estructura de estos fondos también permite una exposición inmediata a empresas privadas desde el primer día y la capacidad de mantener una asignación objetivo constante a esta clase de activos. A diferencia de los fondos cerrados, que invierten gradualmente los compromisos a lo largo del periodo de inversión (normalmente los primeros 5 años de vigencia del fondo), los fondos evergreen permiten a los inversores desplegar plenamente su capital de forma inmediata. De este modo, los inversores pueden empezar a beneficiarse sin demora de una cartera ya conocida en el momento de la inversión.
Las ventanas de liquidez periódicas de los fondos evergreen, que ofrecen la posibilidad de reembolsar el fondo de forma periódica, permiten a los inversores ajustar sus asignaciones si así lo desean. Estas ventanas de liquidez les permiten acceder a su capital con mayor flexibilidad en comparación con los fondos de private equity tradicionales. Las inversiones realizadas en fondos cerrados suelen estar bloqueadas durante la vigencia del fondo (normalmente entre 10 y 12 años), y las distribuciones se realizan a lo largo de la vida del fondo de forma progresiva cuando se venden las inversiones subyacentes.
Dado que los fondos evergreen invierten íntegramente desde el primer día, la totalidad del importe comprometido se aplica de inmediato. El capital no solo se pone a trabajar de inmediato, sino que las distribuciones también se reinvierten con el mismo objetivo de rentabilidad anual, lo que permite a los inversores disfrutar plenamente de los efectos compuestos de sus inversiones gestionadas por un equipo de expertos.
A efectos ilustrativos, como se refleja en el primer gráfico, los fondos cerrados suelen utilizar la métrica de la Tasa Interna de Rentabilidad (TIR), que sólo tiene en cuenta la rentabilidad de la cantidad realmente invertida (parte verde oscuro), que suele ser una fracción de la cantidad comprometida. Los compromisos que aún no se han invertido (parte gris claro) permanecen en manos del inversor como efectivo y se invertirán a una TIR diferente en función de su gestión de la liquidez y su experiencia.
Por el contrario, el segundo gráfico muestra que los fondos evergreen utilizan la métrica de rentabilidad anual, que se basa en el importe íntegramente exigido el primer día.
Sólo con fines ilustrativos. Tenga en cuenta que estas métricas se calculan sobre bases diferentes (marca del 100% para los fondos evergreen frente a la parte en verde oscuro para los fondos cerrados) y no pueden compararse directamente.
Los fondos evergreen eliminan la necesidad de realizar tareas como la gestión activa de los pasivos no financiados mediante peticiones de capital y la reinversión de las distribuciones (parte gris claro del gráfico). Esta facilidad hace que los fondos evergreen sean especialmente apropiados para los inversores que no dispongan de los recursos necesarios para gestionar activamente sus inversiones. Además, al invertir en fondos evergreen, los inversores pueden beneficiarse de la experiencia operativa y de gestión de tesorería de los gestores del fondo, lo que aumenta aún más el rendimiento potencial de sus inversiones.
En Carmignac, creemos firmemente en el papel que desempeñan los fondos evergreen a la hora de permitir a nuestros clientes beneficiarse de las atractivas oportunidades que ofrece el private equity. Nos enorgullece haber lanzado una solución integral de private equity con el objetivo de facilitar el acceso a operaciones de calidad y mitigar al mismo tiempo los retos históricos de esta clase de activos.
*Escala de riesgo del KID (Documento de datos fundamentales). El riesgo 1 no implica una inversión sin riesgo. Este indicador podría evolucionar con el tiempo. **El Reglamento SFDR (Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros, por sus siglas en inglés) 2019/2088 es un reglamento europeo que requiere a los gestores de activos clasificar sus fondos, en particular entre los que responden al «artículo 8», que promueven las características medioambientales y sociales, al «artículo 9», que realizan inversiones sostenibles con objetivos medibles, o al «artículo 6», que no tienen necesariamente un objetivo de sostenibilidad. Para más información, visite: https://eur-lex.europa.eu/eli/reg/2019/2088/oj?locale=es.