Carmignac Patrimoine

• La economía estadounidense sigue mostrando resistencia, con un crecimiento del 0,7 % intertrimestral en el segundo trimestre, ligeramente por encima de las expectativas. La inflación del IPC estadounidense también aumentó en junio, con la tasa subyacente acercándose al 3 % interanual.• Por el contrario, el crecimiento de la zona euro fue más moderado, con un aumento del 0,1 % intertrimestral en el segundo trimestre. La inflación general en la zona euro subió ligeramente hasta el objetivo del 2 % interanual en junio.
• La Fed ha mantenido los tipos sin cambios, a pesar de la continua presión de Trump, mientras que el BCE también ha optado por hacer una pausa.
• El anuncio de nuevos acuerdos comerciales de EE. UU. con socios importantes, como Japón y la UE, así como la aprobación de la ley One Big Beautiful Bill, aportaron mayor claridad a las políticas.
• Los activos de riesgo respondieron de forma positiva. Las acciones estadounidenses volvieron a obtener mejores resultados, con ganancias significativas entre las principales empresas relacionadas con la inteligencia artificial.
• Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense subieron en julio, reflejando tanto unas perspectivas de crecimiento más optimistas como el aumento de la preocupación del mercado por la situación fiscal.
• Los rendimientos de los bonos gubernamentales de la zona euro también subieron debido al sentimiento general positivo sobre el crecimiento.
• El dólar estadounidense se fortaleció en julio, su primera subida mensual de 2025, impulsado por los sólidos datos económicos de EE. UU., los mensajes coherentes de la FED y la inversión de las posiciones bajistas anteriores del mercado.

• En este contexto, el fondo obtuvo una rentabilidad positiva, superando a su indicador de referencia.• Casi todas las clases de activos de la cartera contribuyeron positivamente, con la excepción de las divisas.
• La selección de valores resultó especialmente eficaz, impulsada en particular por TSMC y grandes nombres tecnológicos estadounidenses como Nvidia, Alphabet y Amazon.
• El sector financiero también contribuyó de manera significativa, tanto a través de la exposición a la renta variable —con UBS— como a través de los bonos corporativos, donde nuestra sobreponderación se vio bien recompensada.
• Nuestra posición en tipos soberanos también fue favorable: la inclinación general de la cartera hacia la duration corta, tanto en EE. UU. como en Europa, contribuyó positivamente a lo largo del mes.
• El único factor negativo fue el buen comportamiento del dólar estadounidense, que afectó negativamente a nuestra asignación en divisas debido a su mayor exposición al euro.

• La principal consecuencia del entorno actual, marcado por las tensiones comerciales y la persistente incertidumbre en EE. UU., es la continua debilidad del dólar estadounidense.• Esta tendencia se ve amplificada por la creciente demanda de diversificación por parte de los inversores. En este contexto, mantenemos una fuerte preferencia por el euro frente al dólar.
• En renta variable, mantenemos la exposición cerca del extremo superior de nuestro rango de asignación, respaldados por el resistente crecimiento estadounidense, los sólidos fundamentales empresariales y la mejora del sentimiento en Europa y los mercados emergentes.
• La innovación tecnológica, relativamente aislada de la incertidumbre política, sigue mostrando un fuerte impulso. Sigue siendo un tema de inversión fundamental a largo plazo, con oportunidades en toda la cadena de valor.
• Además, la reciente disminución de la volatilidad nos ha permitido reforzar nuestras estrategias de protección, en particular mediante opciones de venta sobre el VIX y los índices estadounidenses.
• En el ámbito de la renta fija, creemos que los mercados están subestimando las perspectivas de crecimiento mundial y sobreestimando el ritmo al que la inflación estadounidense volverá a situarse en el objetivo.
• Al mismo tiempo, las políticas fiscales expansionistas en varias economías apuntan a una presión alcista sostenida sobre los tipos a largo plazo. Por lo tanto, mantenemos un sesgo ligeramente negativo en la duración y favorecemos los valores vinculados a la inflación.
• Por último, en el ámbito del crédito, el carry sigue siendo atractivo, pero los niveles de valoración actuales justifican mantener nuestras estrategias de cobertura.