La decisión rusa de invadir Ucrania sorprendió al mundo y a los mercados financieros, ya que los expertos en geopolítica, los políticos y los economistas se habían mostrado escépticos de que dicha invasión pudiera producirse dado el enorme coste humano, financiero y político que supondría. La ofensiva rusa en Ucrania repercutió en el Fondo por lo siguiente:
Nuestra exposición a Rusia era sólo a través de la deuda pública y corporativa; no teníamos acciones rusas.
Invertimos en Rusia a la luz de:
Estas inversiones se hicieron con una visión a largo plazo.
Antes de la invasión, nuestros análisis y expectativas apuntaban a un crecimiento económico más lento y a una inflación más persistente de lo que generalmente se esperaba en 2022; la guerra en Ucrania no hará sino acentuar estas tendencias. Por este motivo, adoptamos una postura todavía más prudente:
Aunque el entorno actual, que combina un crecimiento lento, una inflación elevada y tensiones geopolíticas, nos ha obligado a invertir en segmentos defensivos y en aquellos que ofrecen una buena visibilidad, nuestra fuerte asignación de efectivo nos concede la flexibilidad y la agilidad que necesitamos para aprovechar las oportunidades cuando las perspectivas sean mejores.
*Escala de riesgo del KID (Documento de datos fundamentales). El riesgo 1 no implica una inversión sin riesgo. Este indicador podría evolucionar con el tiempo. **El Reglamento SFDR (Reglamento sobre la divulgación de información relativa a la sostenibilidad en el sector de los servicios financieros, por sus siglas en inglés) 2019/2088 es un reglamento europeo que requiere a los gestores de activos clasificar sus fondos, en particular entre los que responden al «artículo 8», que promueven las características medioambientales y sociales, al «artículo 9», que realizan inversiones sostenibles con objetivos medibles, o al «artículo 6», que no tienen necesariamente un objetivo de sostenibilidad. Para más información, visite: https://eur-lex.europa.eu/eli/reg/2019/2088/oj?locale=es.